domingo

ritual

Ella era un trompo, rápido y estable; plumito en la pista de la discoteca. Sus pies, fundidos con la percusión y el bajo, levitaban acariciando cada centímetro de baldosa. Su parejo la seguía sin percatarse de la latencia de sus pasos en comparación con la danza celestial de sus tenis blancos. Alrededor, luces neón y cervezas a medio terminar. Cada paso de su danza flotaba en una especie de trance espiritual de contacto con lo más ancestral de cada ritmo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Y bien...?