martes

Res puesta

Tomarse en serio a algunas personas puede significar un error irremediable.
Pocos son los sobrevivientes de semejantes errores. Algunos no recuperan la sonrisa, otros se quedan chapaleando en el remolino de la desconfianza, los otros, simplemente, se esconden como si no hubieran sobrevivido, como si prefirieran haber muerto para siempre. Hay, también, quienes pasan por todas estas formas y, algunos, como yo, les agregamos otras, hasta que por fin, algún día, lentamente, recuperamos la risa, el brillo de la mirada, la velocidad en las piernas, el brinco, el canto y la carcajada.
Por eso, cuando nos preguntan si nos hemos divertido, sabemos que por fin lo estamos volviendo a hacer, libres; pero es una pregunta que, lo sabemos, no pregunta nada, por lo que contestamos con un vacío y displiscente sí.

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